VENTAJAS DE SOÑAR
La he disfrutado en sueños, a esa puta
cuyo precio jamás podría pagar.
Toda una noche la he tenido al lado,
desnuda y complaciente, concediéndome
todo lo que pedía de su cuerpo
e incluso de su alma, si me rijo
por la ley del exceso, única norma
que respetó mi onírico abordaje.
CAMA VACÍA
Dijiste que vendrías. No has venido.
He apagado la luz, por si podía
imaginar tu cuerpo entre las sombras,
fingir que te acercabas, invadiendo
mi espacio con tu cuerpo astral, besándome
con labios de fantasma, como Helena
besaba desde Egipto a su troyano
favorito. Y las sombras de la noche
no han fabricado ni una sola imagen
que aliviase mi pena, y he encendido
la luz, y he visto solo muebles viejos,
libros por todas partes y una cama
triste, deshabitada, taciturna.
TUS BESOS
Si me besas, amor, no son tus labios
quienes rozan mis labios y se internan
por la caverna de mi boca, uniendo
tu lengua con la mía, tu saliva
con mi saliva. No. No son tus labios
los que me quitan la respiración,
dándome muerte y vida al mismo tiempo.
Si me besas, amor, es con el alma
con lo que estás besándome, ese espíritu
que asoma en cada beso de tu boca,
que vive en cada roce de tus labios
y que existe, a pesar de los que piensan
que todo es vil materia, y me regala
un atisbo feliz de eternidad.
La mirada.
Ojos de fría mañana.
Ojos de hielo que me congelan.
Ojos azules que me observan.
Ojos enormes que me desdeñan.
Ojos de brillo sin resplandecer.
Ojos de impasible Raquel.
Ojos de frio atardecer.
Ojos sin puro placer.
Ojos de fina cuchilla.
Ojos que cortan mi piel.
Me gustaMe gusta